Posted on marzo 08, 2017, 11:20 am
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¿Qué he aprendido estando en un equipo de chicas?

Parece una pregunta un tanto absurda. Siendo yo mujer y habiendo tenido relación con otras mujeres a lo largo de toda mi vida, no se me antojaba que entrar en un equipo de Overwatch femenino pudiese mostrarme nada que no supiera ya.

Pero me equivocaba.

Estar en un equipo formado por mujeres, hablar con ellas sobre aspectos relacionados con el juego y nimiedades, entrenar con ellas cada semana… me ha hecho descubrir cosas que pensé que ya sabía y quizás daba por hecho, sin ser capaz de apreciarlas.

Estar en un equipo femenino me ha puesto en contacto diario no solo con mujeres, sino con unas mujeres maravillosas. Cada una de nosotras es totalmente distinta a las otras, y eso ha generado un equilibrio perfecto entre las integrantes del equipo que hace que me sienta agradecida de pertenecer a él. Pilink con su dulzura, Anay con su franqueza, Shady con su humor, Shepard con su bondad, Panda con su paciencia y Anouc, en la sombra, cuidando de todas, me han enseñado la mejor parte de pertenecer a un grupo pequeño de mujeres. Me han enseñado que todas tenemos algo que aportar a las demás, y que juntas podemos no sólo crecer en el juego, sino crecer también fuera de él.

Ya llevaba un tiempo planeando el realizar esta confesión que creo que mis compañeras de equipo merecen. Y creo que hacerlo en el día de la mujer es lo ideal. Porque a fin de cuentas somos un equipo de mujeres. De mujeres que se apoyan, se entienden, crecen juntas y, al final, son un equipo.

Nuestro team de Overwatch no es más que el reflejo en miniatura de esa sonoridad, de ese compañerismo y lo mucho que tenemos las mujeres que aportarnos unas a otras. Me siento agradecida de participar en este proyecto y no puedo más que elogiar a estas grandes mujeres que me acompañan en mi camino.

Así que, sin darme cuenta, he llegado a la respuesta de una pregunta que no pensé que fuese necesario plantearme jamás. ¿Qué he aprendido estando en un equipo femenino?

He aprendido a apreciar y valorar más el trabajo y lo necesario de un equipo compuesto por mujeres. Porque hace falta que haya más así. Muchos más. Por los demás, por la sociedad y, sobre todo, por nosotras, las mujeres.