Posted on marzo 08, 2017, 1:25 pm
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“Papá, mamá, quiero dedicarme a los eSports”

Recuerdo que, cuando les expliqué a mis padres lo que son los eSports, hubo más tensión que en el bautizo de un gremlin. Al principio pensaron que estaba de broma, que aquello de que quería dejar la carrera no era más que una salida humorística para evitar el caer en el estrés de los exámenes finales, pero al ver que mi rostro permanecía impasible, las pequeñas burlas se silenciaron, dando paso a algo peor. Intenté aclarar el mal entendido; en ningún momento dije que quería ser jugadora (no me veo con el nivel necesario), sino que deseaba cambiar de carrera (cambiar Estudios Ingleses por Periodismo) y ser caster o reportera de eSports. Fuera como fuese, aquella reacción me hizo pensar en lo que muchas chicas deberían sufrir por expresar sus sueños.

Como en todo.

Sí, es una profesión nueva; no es ser médico o profesora. Sí, también existen padres comprensivos que apoyan y motivan a sus hijas a dedicarse a aquello que les hace felices. Pero existe un número muy alto de personas que consideran que dedicarse a los videojuegos no solo no es un trabajo, sino que no es un trabajo para mujeres. Por desgracia, esto último se lo he escuchado más a gente joven que a adultos. ¿Cuántas veces hemos escuchado aquello de carreras de mujeres refiriéndose a Diseño de moda, Educación Primaria o Enfermería? ¿O cuántas han recibido insultos en carreras como Ingeniería Informática?

Y esto empeora dentro del mundo de los videojuegos. “Te ha subido tu novio”, “Vete a fregar”, “¿Es que te llega el cable del teclado a la cocina?”, …son ejemplos de los comentarios que una chica puede recibir si es buena dentro de un juego. “Pero, Hana, los chicos también recibimos insultos, tanto de chicos como de chicas”, y es cierto, pero no se os insulta por ser hombres mientras que a las mujeres sí se nos insulta por su género, tanto que el término chica gamer se ha convertido en prácticamente un insulto. Todavía se nos ve como personas que juegan para llamar la atención de los hombres, que no pueden jugar bien sin ayuda masculina y que solo juegan personajes femeninos y “bonitos”. Cuando somos malas, se agarran al argumento de que es una chica. Y en el caso contrario, si somos buenas, recibimos toda clase de insultos.

Obviamente, no se puede meter a todos los jugadores en el mismo saco. Pero es muy triste que pase esto.

Este caso se traslada al ámbito profesional; casi nunca se habla de mujeres en eSports. Un ejemplo muy claro podemos apreciarlo en la escena profesional de League of Legends: todos sabemos quiénes son Faker, xPeke, Rekkles, Huni…pero pocos hablan de Remilia o Phoebina; la LCS es admirada, el competitivo femenino es motivo de burla. No entiendo ni el porqué de una liga específicamente femenina ni el porqué del menosprecio hacia las jugadoras; no jugamos con nuestras vaginas, no es un deporte físico donde existen barreras biológicas. Una chica puede ser igual de buena que un hombre en un juego al nivel competitivo.

Esta es una de las razones por las que D.Va es un personaje tan querido (pese a que muchos la consideren overrated), porque es la representación de un sector que es visualizado: es una jugadora profesional, es la mejor jugadora del mundo, ha llegado hasta esa posición por su cuenta y, a día de hoy, no he visto ningún fanart donde se le cuestione por ello.

Espero que las chicas reales reciban el mismo trato que D.Va recibe por la comunidad.