Debido a mi trabajo he tenido el placer de trabajar con muchos jugadores profesionales de diferentes juegos como League of Legends, Hearthstone, Dota, Overwatch etc. Y aunque cada persona es un mundo hay un un factor clave que todos tienen en común. Y son las ganas de ganar. En un principio parece algo obvio, pero son unas ganas de ganar diferentes, unas ganas de ganar que les hacen cuestionarse cada aspecto de cada partida, unas ganas de ganar donde no se contempla la opción de la derrota, no existe una meta o un récord a batir como en otros deportes, solo existe el ahora y la victoria.
Muchos twiteros se llenan la boca diciendo que los jugadores de eSports tienen un trabajo fácil, que lo único que tienen que hacer es jugar, pero no son conscientes de toda la presión que supone ser un jugador. Empecemos por los inicios. El principio de todos los profesionales es el mismo, «Oye tío has visto este juego? Bajatelo, es unas risas.» Normalmente los que acaban siendo jugadores profesionales empiezan a jugar desde muy jóvenes al competitivo. Pero jóvenes o no el siguiente paso lo tienen todos en común. Viciar como si no existiese un mañana. Sacrifican muchas cosas con esas ganas de ganar que poco a poco va creciendo en su interior. Muchos de nosotros, yo me incluyo nos plantamos en este punto, convirtiéndonos así en jugadores regulares.
Pero ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Cómo pasas de dedicarle mucho tiempo a un juego a ser profesional? Hay varios factores que son importantes en este punto, uno por supuesto es el talento natural, pero no es indispensable. Hace poco leí un estudio que las habilidades que desarrollamos en la vida cotidiana son apenas trasladadas a la hora de jugar, y al revés, la habilidad adquirida a la hora de jugar no se ve reflejada en mucha medida en otro tipo de acciones no virtuales. Pero dejando al margen los pocos jugadores que son un prodigio del señor, los futuros profesionales pasan a la fase más analítica del juego. Estudiar cada partida, estudiar a los oponentes, compartir notas con sus compañeros, en definitiva una búsqueda de conocimiento mayor para alcanzar el nirvana que te libere de ese sufrimiento que es el ELO Hell.
Otro factor iportantísimo es la actitud. Todos sabemos que hace falta cierta pizca de arrogancia para ser un ProGamer de éxito. Esto es algo en común con los deportistas de élite. ¡Hay que salir a ganar! Pero hay que tener valentía en tu justa medida porque un exceso de confianza puede hacerte perder cuando ya casi tenias la victoria entre tus dedos.
En definitiva si queréis ser jugadores profesionales tenéis que saber que vais a tener que sacrificar muchas otras cosas de vuestra vida para lograr esa meta, y que una vez alcanzada siempre habrá una partida más que hay que ganar. Muchos de vosotros en los propósitos de año nuevo decíais que os gustaría convertiros en ProGamers. a sí que mucha suerte en vuestro camino AIMers tenemos mucha fé en que muchos de vosotros saldréis adelante y conseguiréis triunfar en este mundillo.