El Overwatch ha cumplido un año. Un año para un juego competitivo no es nada y, sin embargo, para este título de Blizzard ha significado mucho.
Y es que Overwatch es uno de los juegos de Blizzard más exitosos actualmente. ¿La fórmula del éxito? La sencillez. Overwatch ofrece un shooter competitivo estratégico. Nada que no existiese ya en el mercado con títulos como Team Fortress; sin embargo, tras esta simplicidad que el jugador tanto agradece hay un gran cuidado y mimo.
Prestando atención a los detalles, ofreciendo diversas opciones de juego y siendo muy muy carismático es como Overwatch ha conseguido, antes de cumplir el año, llegar a los 30 millones de jugadores registrados.
Y es que Overwatch no es solo un juego, es una comunidad, y una que aprecia especialmente el trabajo de todo el equipo que hay detrás, ya sea creando contenido narrativo, cosméticos o balanceando el juego.
Antes de su lanzamiento Overwatch ya robó muchos corazones con esa cinemática promocional que no tenía nada que envidiar a las animaciones de Pixar, e insinuaba un trasfondo narrativo de lo más interesante.
A pesar de carecer de un modo historia, el juego ha sabido compensar a la perfección esta ausencia en el juego con una narrativa trasmedia que se desarrolla a través de cómics digitales y clips de vídeo. Así, Overwatch no es solo un juego, es un universo fragmentario que debe recomponerse a través del interés de sus fans. Los cómics, los vídeos y los propios guiños del juego conforman un todo.
Otro punto fuerte de este título de Blizzard ha sido la apuesta por la diversidad y la genial caracterización de personajes. Overwatch ha querido representar todas las razas, cuerpos y personalidades, dotando a cada uno de sus personajes de características únicas. Tanto es así que los personajes más famosos se han convertido ya en iconos de distintas causas sociales, como es el caso de D.Va y Tracer.
Y es que Blizzard ha entendido con este juego que la comunidad es un todo con el producto, que las historias no tienen que ser lineales ni estar explícitas en el juego y que, como más rápido se llega al corazón de la gente, es, precisamente, haciendo personajes con corazón y con el corazón.