Mi nombre es Sara y soy una chica madrileña que empezó a jugar a videojuegos de prestado, hasta que en el colegio me regalaron mi primera consola y empecé a ser yo quien dejaba sus más preciados juegos a quienes lo merecían. Desde entonces, he alternado mi pasión por los videojuegos con mis otros dos grandes amores: la fotografía y la literatura. Al terminar el instituto estudié fotografía, lo que me llevó a querer combinar más tarde mis estudios de Periodismo con los de Comunicación audiovisual. Ahora, a punto de graduarme sé que, al igual que no podría vivir sin huir a otros mundo a través de mis libros y mis juegos, tampoco podría hacerlo sin mi cámara.